Escuchando las voces del silencio en el retumbo de la tarde, justo allí cuando se alzan en concierto el canto de sirenas en lo profundo de mis oídos, distintas a las de aquel Ulises, que en locura extrema navegaba por tempestuosos mares bravíos, inmutables están las mías, que llegaron con el tiempo, cuando las canas te dicen que es el tiempo de pensar.
En el silencio atronador de la tarde, ellas se hacen presentes y sutil aparecen las voce,s que como en parque de gnomos encantado, te invitan a pasear por el recuerdo que luminoso y expectante siempre esta.
Con solo cerrar los ojos, una y otra vez, cerrarlos y cerrarlos, capa sobre capa, hasta lograr la oscuridad total, mientras en colores llegan las imágenes a la mente, para comenzar a flotar y disfrutar del espacio, con solo el intento de volar.
En torno a mí están todas las cosas que a mi felicidad alimentan, allí me separo de mi alma y la veo corpórea, amiga, compañera, confidente, donde de igual a igual le digo:
Mi alma y Yo Alma parte I
Hay alma mía que no entiendes, de razones terrenales,
Te crees con el derecho a tener lo que sentido esperas,
pero no ves que las razones por los hombres aceptada
te dice que no vale nada, la angustia provocada.
Sentimientos encontrados en situaciones no esperadas,
es que tu no sabes nada de acuerdos colectivos,
los que obligan a callarte y te mandan al olvido,
mientras lloras amargamente tus anhelos prometidos.
Es que no te has dado cuenta, tu planteo aquí no encuadra,
en estos tiempos de avanzada donde la razón esta quebrada
has quedado en segundo plano, no me dañes desde adentro
yo arreglo no consigo, en el mundo que he nacido.
No estaba preparado para entender la razón hallada
quisiera en paz vivir contigo, alma mía quebrantada,
lleva tus dolientes quejas al otro mundo si lo quieres
porque en este de repente, no hay lugar a tu planteo.
Te miro con cariño, y como hermana yo te siento
más, coincido en tu sentir, pero aquí no tiene arreglo
viajamos desde siempre, compañera de aventuras
en mi pecho yo te siento como sufres día a día.
Tu pretendes que yo viva, en concilio eternamente,
te cuento que aquí afuera las cosas son diferentes,
batallar me fue difícil, por eso estás herida,
mas te juro que yo hice lo mejor que he podido
no te canses todavía, aún quedan muchos caminos.
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Sobre mis hombros siento el peso, mas no comprendo el cansancio manifiesto, mi cuerpo batallante aún conservo, pero los ojos en retiro voluntario, se cierran escapando de la luz del día, algo sucede en mí que el ánimo no sostengo, busco el motivo y me hago este planteo….,
El Trípode de la Vida Alma parte II
Aquí estamos de repente tres viajeros diferentes,
aunque parezca solo uno, somos partes independientes,
hace poco lo percibo pero ya me he dado cuenta,
que mi ser se compone de Alma, Equipaje y Yo,
el de aquí afuera, …para contarlo claramente.
Desde el banco de las almas vengo junto a la mía,
al andar me han contado que otras historias ya tendría,
se trajo una mochila, con diversas herramientas,
que a mi espalda me cargaron, y pesada hoy se siente
la llenaron por si acaso, sin saber lo que usaría.
Se sumaron a mi cuerpo, en aquel que me gestaron,
transitamos juntos por la vida, pero yo las alimento,
hace poco escribía de las penas que mi alma sufría,
más, culpable me sentía y con congoja observaba,
sin advertir que era realmente yo, quien peor estaba.
Claramente dividamos las visiones, alma mía,
en el recuerdo solo llevo, mis historias ya vividas
quisiera saber lo que tú encierras, compañera iluminada,
si te acuerdas de otras vidas, si has sufrido el llanto ajeno,
quiero ver allí en tu espíritu, si te ha quedado alguna pena.
Me pregunto si mañana, ya subido a otra vida,
recuerdas de este viaje, algún sentir emocionado,
de mi vivir enamorado, del abrazo de mis nietos,
ó tal vez de aquel día que por poco me mato,
remontando el barrilete desde el techo con el Lalo.
Yo quisiera compañera vivir con tigo en vida plena,
seas cabal compañera y des sentido a nuestro viaje,
deja de quejarte y lucha como yo, a pecho abierto,
las heridas en mi cuerpo, ninguna ha sido en vano,
imaginemos esta vida fresca, como lluvia de verano
Me has cargado una mochila con cosas inservibles,
preparada para ser sabio, aviador ó delincuente,
hubiese sido bueno conocer quien era tu cliente,
poco te importó si era yo, bohemio ó solitario laburante,
con pocas cosas yo me basto, todo el resto es sobrante.
Por lo visto no sabías en que cuerpo te metías,
te sugiero prepararte mejor, para otro viaje,
te creía blanca y pura y usada resultaste
acomódate como puedas, con tu historia y tu equipaje,
a mi no me cargues nada, con lo mío ya es bastante.
Sería bueno que recuerdes de los días recorridos
lo mejor de este viaje, son los amigos compartidos,
te sugiero consideres este sueño deslumbrante,
para mi es importante, aquí me juego a todo o nada,
de que vale ser agua tibia, en el mate no hace espuma
yo te juego lo que quieras, de mi te acordarás, sin duda alguna.
Una fisura en el tiempo Alma parte III
Sin bucear en mis recuerdos una luz vino a mi mente,
ahora ya maduro, estoy alerta a las cosas aparentes,
la sonrisa se hizo presente y mis ojos se achinaron
porque de repente, a mi alma infraganti yo he pescado.
El recuerdo me transporta a un viaje por Italia
noviembre despuntaba cuando a los parientes visitaba,
y en recorrida obligada al panteón de la familia,
en el día de los muertos con gusto me invitaron.
Tras la reja que encriptaba la paz de los sepulcros
me impactó aquella foto que en el muro se mostraba
la reconocí de repente, sin haberla visto nunca,
la emoción doblo mis piernas, al ver aquella dama.
Joven, cautivante, misteriosa, de mirada penetrante,
como extraña llamarada recorrí mi vida entera,
no encontré historia alguna, ni un recuerdo peregrino,
ni cruzado nuestras vidas en las curvas del destino.
Algo en ella me atraía, me sentía involucrado
su mirada me decía, estoy aquí, tanto te he esperado,
al galope de mi pecho no encontré razón alguna,
abrume con mil preguntas al pariente más cercano.
¿Quien fue esta mujer? que vivió hace tantos años,
¡Se fue joven! estaba casada con un primo del abuelo,
eran tiempos de mis mayores, solo mi viejo estaba,
pero mi pecho delataba que algo en ella yo encontraba.
Cautivante su mirada, vagó en mí por mucho tiempo,
hace poco frente a mi alma, la juzgue de indiferente,
indagando si guardaba recuerdos de vidas pasadas,
es que ahora encaja todo, con la dama que no olvido.
Eran suyos los destellos de aquella mañana italiana,
me faltaban las palabras para explicar las emociones,
provocadas en mi pecho por la dama del retrato,
reconozco alma mía, tu sentir me ha emocionado.
Entrañable compañera, a tu pasado me he asomado
esta fisura en el tiempo, hoy nos ha reconciliado,
la magia del destino quiso mostrarme que has amado
en confianza como amigo, podrías habérmelo contado.
Rodolfo
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