Democracia y Reciprocidad

 

Democracia, definición emblemática de una forma de convivencia social, que en la aplicación real ataca sin piedad a sus legítimos amos; quien ose disentir con su avasalladora aplicación, entra irremediablemente en pecado mortal, visto por aquellos que subidos en su silla política, galopan en su propio beneficio, generando el virus que la carcome por dentro y deforma la esencia de su creación.

 

El mundo se raja las vestiduras en su nombre, oprimiendo a la vez a sus verdaderos mandatarios, asemejándose a los viejos sistemas feudales, protegiendo con murallas virtuales a la clase política, que no suelta las riendas emulando hacer todo en beneficio de su pobre patrón, “el pueblo.”

 

Con verdaderos ejércitos de personas y sofisticadas tecnologías, están dedicadas a controlar la actividad de aquellos, que con su trabajo proveen el flujo vital para sus inagotables demandas, que como droga financiera pareciera no tener fin.

 

Sin escudos protectores ni soluciones aplicables, solo necesitamos una herramienta de equilibrio, una herramienta que nos iguale como mortales viajeros en el tren de este mundo, necesitamos Reciprocidad, necesitamos saber que hacen y gastan nuestros empleados políticos, necesitamos que abran sus cuentas de gastos, y demuestren como lograron sus patrimonios y el de su entorno, necesitamos entrar desde nuestros computadores personales, para revisar cuanto gastan para vivir, viajar, invertir y todo lo referente al movimiento de sus gastos, solo de esta manera lograremos igualdad y equilibrio, solo reciprocidad y transparencia igualitaria.

 

La simpleza de las cosas resuelven las más complicadas cuestiones que el hombre pudo tejer, luego de muchos años de hacer y observar, no encontré nada mejor que la Reciprocidad cono herramienta de lucha, usémosla.

 

Rodolfo Leone